En 2024, el mercado latinoamericano de mermeladas, jaleas y conservas alcanzó un valor aproximado de USD 492,80 millones. Se calcula que el mercado crecerá a una tasa anual compuesta del 4,3% entre 2025 y 2034, para alcanzar un valor de 719,82 millones de USD en 2034. Este crecimiento constante refleja la capacidad del sector para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo sin perder su conexión con la tradición gastronómica de la región.
De las recetas caseras a los anaqueles modernos
Mermeladas, jaleas y conservas forman parte esencial del repertorio culinario latinoamericano, desde desayunos hasta acompañamientos en platos dulces y salados. Aunque su elaboración casera sigue siendo común en zonas rurales, el mercado industrial ha crecido gracias a la demanda urbana, el comercio minorista y la innovación en sabores, ingredientes y empaques.
Factores clave del crecimiento
Cambios en los hábitos de consumo: La vida moderna ha incrementado la demanda por productos prácticos, listos para consumir y de larga duración, sin sacrificar sabor ni calidad.
Preferencias por lo natural y artesanal: Muchos consumidores optan por productos con menos azúcar, sin conservantes artificiales, y elaborados con frutas locales, lo que ha impulsado tanto a marcas tradicionales como a emprendimientos gourmet.
Diversificación de la oferta: Hoy existen mermeladas y jaleas con ingredientes exóticos, mezclas de frutas, adiciones funcionales (como chía o probióticos), y opciones orgánicas o veganas.
Crecimiento del canal retail y gourmet: Supermercados, tiendas especializadas, ferias gastronómicas y plataformas de e-commerce han ampliado la visibilidad del producto, facilitando el acceso a más consumidores.
Segmentación del mercado
Por tipo de producto:
Mermeladas tradicionales
Jaleas y gelatinas de frutas
Conservas (dulces y saladas, como frutas en almíbar, vegetales y salsas)
Productos artesanales y gourmet
Por canal de distribución:
Supermercados y autoservicios
Tiendas especializadas (orgánicas, gourmet, delicatesen)
Comercio electrónico
Restaurantes, hoteles y sector horeca
Por país:
Brasil y México lideran en volumen de mercado y capacidad de producción.
Argentina y Chile se destacan por su tradición en conservas artesanales.
Colombia y Perú muestran fuerte presencia de marcas locales e iniciativas agroindustriales.
Retos del sector
Competencia con productos industrializados de bajo costo: Las marcas artesanales enfrentan desafíos para competir en precio con grandes productores masivos.
Altos costos de producción y distribución: El precio de frutas, azúcar, envases de vidrio y transporte puede afectar los márgenes, especialmente para pequeños fabricantes.
Regulaciones sanitarias: La expansión del mercado exige el cumplimiento de normativas más estrictas, lo cual puede ser una barrera para emprendedores informales o pequeños negocios.
Oportunidades de expansión e innovación
Enfoque en salud y bienestar: Hay un creciente interés por productos bajos en azúcar, sin aditivos, con alto contenido de fruta y beneficios funcionales.
Desarrollo de exportaciones: Varios países latinoamericanos tienen potencial para exportar mermeladas y conservas elaboradas con frutas autóctonas (como maracuyá, guayaba, mango o camu camu), muy valoradas en mercados europeos y asiáticos.
Turismo gastronómico y valor cultural: Las conservas pueden formar parte de la oferta cultural y turística de una región, promoviendo productos locales como souvenirs o en experiencias culinarias.
Empaques sostenibles e innovadores: Envases reciclables, porciones individuales o formatos prácticos para llevar ayudan a captar nuevos segmentos de consumidores.
Conclusión
El mercado latinoamericano de mermeladas, jaleas y conservas combina herencia cultural, sabores únicos y un potencial comercial que sigue creciendo. Con una proyección que lo llevará a superar los 700 millones de dólares en 2034, el sector tiene espacio para seguir innovando, expandiendo su presencia internacional y adaptándose a las exigencias del consumidor moderno. La clave estará en mantener la calidad, promover lo local y responder con agilidad a las nuevas tendencias alimentarias.